Historia

Para promover la formación integral de la mujer y la familia que colabore a mejorar sus condiciones de vida mediante un proceso de educación liberadora en el marco de la fe cristiana se creó en el año 1973 en la ciudad de México la Asociación Mexicana para la Superación Integral de la Familia (AMSIF).

La iniciativa surge de la inquietud apostólica de un grupo de mujeres laicas inspiradas en la reunión de la II Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Medellín, Colombia cuyas conclusiones se enfocan a la presencia de la iglesia para transformar a América Latina a la luz del Concilio Vaticano II.

Desde sus inicios la Asociación se puso al servicio de la iglesia. Las fundadoras María del Carmen Moncayo de Villaseñor y María Luisa Arroyo de Ramírez contando con la asesoría del obispo José Pablo Robalo Azcué comenzaron a trabajar de manera sencilla, impartiendo el programa en las instalaciones de algunas parroquias.

El éxito de la Asociación se difundió rápidamente favoreciendo la formación de nuevos grupos en diferentes estados del país. El inesperado crecimiento dio lugar a la constitución legal de AMSIF Coordinación Nacional A.C. en noviembre de 1992 y a la estructuración de su programa y metodología.

Filosofía

MISIÓN:

Fortalecer a la familia y con ella a la comunidad a través de la formación integral de la mujer.

VISIÓN:

Una sociedad con valores y principios sólidos basados en la fortaleza de la familia.

META:

La mujer como instrumento de cambio en su Comunidad para la construcción de un mundo nuevo.

OBJETIVO GENERAL:

La promoción integral de la mujer, la juventud y la familia través de un proceso de educación liberadora en una dimensión de Fe cristiana con miras a su propia realización, así como a su proyección en la familia y en la sociedad, donde será artífice de cambio para la construcción de un mundo nuevo.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

En la Mujer
• Auspiciar una participación consciente en todo lo que signifique progreso y bienestar.
• Favorecer la toma de conciencia crítica personal y colectiva.
• Integrar a la mujer en el proceso de cambio de las estructuras sociales, tomando en cuenta su persona.
• Despertar su responsabilidad.
• Ayudarla a conocer la propia dignidad e identidad de su ser femenino.
• Fomentar su creatividad y desarrollar sus habilidades para que sea productiva.
• Favorecer su autodeterminación.
• Fortalecer su formación espiritual.

En la Vida de Fe
• Profundizar la vida de Fe de la persona, mediante una confrontación permanente entre el Evangelio y la vida diaria, los acontecimientos y los signos de los tiempos, para que esto la lleve a un compromiso auténtico.

En la Familia
• Mejorar la calidad de vida de las familias y sus comunidades.
• Promover a la pareja y la familia de la Participante para que se realicen como personas integralmente.

En la Comunidad
• Ser factor de cambio en su comunidad.